Entrada al Aspirantado- México- 7 de Noviembre 2021

Esta tarde dos jóvenes Felicia Delgado Álvarez y María Elena Castellanos Macías iniciaron el camino formativo en la etapa del Aspirantado en nuestra Familia Religiosa de las Maestras Pías de la Dolorosa.

Ellas mismas a través de las siguientes líneas describen la experiencia vivida:

De todos los regalos que he recibido de Dios este me ha llenado el alma y corazón de alegría. Claro me sentía muy nerviosa, pero en el instante que escuché mi nombre y escuché el canto con el que inició el rito de ingreso solo confíe en Dios y disfruté el momento, ¡mi momento!

Me sentí en un sueño, ¡el sueño de Dios para mí! Algo que nunca había pasado por mi mente, que ni siquiera imaginé como sería. Dejé de lado el pensamiento que todo tenía que salir bien, me concentré en la escucha atenta de la Palabra de Dios y mientras la escuchaba recordaba los momentos en los que le pregunté a Jesús ¿dónde vives? Y me dio tanta alegría saber que su respuesta era la misma que a los dos discípulos; ¡ven y lo verás!

En el momento de la oración frente Jesús Crucificado, sentía como si se me fuera a cortar la voz como si me faltara la respiración, pero esta sensación no era de nervios, sino de felicidad de encontrarme ahí frente a él entregándole todo lo que soy y todo lo que tengo, en ese momento me puse en sus manos, como aquella oveja perdida que volvió al pastor, me sentí llena de su amor, reafirmé que seguirlo vale la vida y que Jesús desde siempre me había llamado y amado.

A esta felicidad le sumo la gran bendición de pertenecer a este Instituto de las Maestras Pías de la Dolorosa, la cual me ha acogido con una grande alegría, me siento dichosa y afortunada, como el significado de mi nombre.  (Felicia Delgado Álvarez)

Poco antes de que fuera la celebración me sentía muy emocionada y nerviosa, también sentía una emoción como cuando alguien se está preparando en el día de su boda, aunque esta etapa no es del grado del matrimonio la sensación y alegría que experimente fue algo muy bello. Antes de que iniciara pensaba que lloraría, pero no fue así, viví el momento y estaba feliz.

Fue significativo para mí que se cantara “Tómame Señor”, ya que es un canto que me gusta y lo escuchaba hace tres años en un momento de duda. El canto “Tocaste mis manos”, también me significa, no tanto como el anterior, pero lo conocí en un retiro por la Hermana Celina CJC, con quien llevé acompañamiento y es una persona importante para mí. Otro aspecto sobre esta experiencia es que Felicia y yo éramos las anfitrionas y eso se me hizo bonito y significativo.

Otro aspecto que se me hizo muy significativo fue la relación y el trato que pude ver entre las Hermanas Maestras Pías de la Dolorosa en el momento del convivio y también su afecto (abrazos y palabras) al terminar la celebración.

(María Elena Castellanos Macías)